2. Unos piensan que la Madre Rusia es buena, otros afirman a los gritos que el Tío Sam es malo, mientras los chinos observan y meditan. Creo que los políticos, funcionarios y diplomáticos latinoamericanos son conscientes que las decisiones apresuradas pueden generar consecuencias no deseadas, pero también saben que no tomarlas tiene un costo cada vez mayor. Los latinoamericanos vamos a defenestrarlos por las malas y vamos a estar inconformes por aquellas que produzcan una leve mejoría. Todo político lo sabe y más en un año movido electoralmente en la región. Saben que sus decisiones son relevantes para Venezuela, para la región, pero también entre su electorado. Son momentos decisivos, hay muchas opciones, caminos inciertos a seguir. Sin embargo, los dirigentes y diplomáticos latinoamericanos deben tener una idea clara: evitar que las fuerzas armadas venezolanas entren en acción. Eso sería una tragedia para Venezuela y para las personas que allí viven, pero, además, inaugurará una etapa desoladora para la región.